Hoy la luna se ha aproximado a la tierra más de lo habitual, debe ser que en el espacio exterior hace frío y necesita un poco de calor terrícola. A las 20:30 yo estaba en uno de los barcos que conecta Vigo con Cangas, y viceversa. Estaba cansada, con dolor de muelas, me senté y cogí un libro. Suena el móvil, !sal a ver la luna! Fui hacia la parte de atrás del barco, ante mis ojos, uno de los paisajes más bonitos que vi nunca.
El fondo o escenario era Vigo, alumbrado por cientos y cientos de luces de todos los colores. Hasta ahí, hermoso, pero más o menos normal. A continuación, podríamos decir en la "segunda capa", un barco enorme, como de transporte, con sus propias y diversas luces, atravesaba la ciudad, como si fuese un edifico más, pero en horizontal y con movimiento. Encima de ellos, la luna, más presumida que nunca, demostrando lo grande que puede llegar a ser.
Como si esto no fuese suficiente, el barco generaba un montón de olas en una marea llena-llenísima. De repente, entre las olas, saltó una silueta negra. A continuación, saltaron un montón de siluetas. Una de ellas muchísimo, asomando su estilizada figura de "arroás", como decimos en Bueu.
Increíble! Quien pide más? Ver Vigo nocturno desde un barco, con una luna gigante que solo se digna a acercarse cada 20 años, y un montón de arroases haciendo piruetas ante mí estupor.
Ojalá pudiese compartir esa imagen, lo intenté y ahí os dejo el resultado.
Aquí os dejo un interesante artículo sobre los arroases, para que podáis imaginarlo mejor.
1 comentario:
No puedes compartir ese panorama, pero casi..
Muy buena descripción de lo que viste!
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